Unicaja Banco ha publicado su informe 'Situación económica y perspectias de las provincias de Castlla y León', correspondiente al segundo trimestre de 2020, que ha sido elaborado por Analistas Económicos de Andalucía , la sociedad de estudios del Grupo Unicaja Banco.
Este informe, que incluye datos provincializados, se suma y complementa el publicado la semana pasada sobre ‘Previsiones Económicas de Castilla y León’ (nº 21), editado con un enfoque agregado de la Comunidad Autónoma.
Esta nueva publicación se centra en el análisis de la evolución y las perspectivas económicas de cada una de las provincias castellano-leonesas.
El informe se estructura del siguiente modo. En un primer apartado se describe el contexto económico internacional y nacional, y se recogen los principales rasgos del comportamiento reciente de la economía regional. En un segundo apartado se recoge la evolución de los principales indicadores económicos para cada una de las provincias de Castilla y León, así como las previsiones sobre la evolución de la actividad económica para 2020.
Los principales aspectos a destacar del contenido del informe son los siguientes:
A comienzos de año, la economía mundial mostraba una tendencia de moderación de su crecimiento. Este patrón se ha visto interrumpido de forma abrupta por la irrupción del Covid-19, que ha provocado una crisis de salud pública sin precedentes, con un alto coste. La necesaria contención de la pandemia ha llevado a los Gobiernos a adoptar medidas extraordinarias y sin precedentes en la historia que están teniendo un fuerte impacto en la producción y el empleo. En este sentido, las últimas estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) señalan que el PIB mundial podría descender en 2020 un 3,0%, aunque no puede descartarse que el impacto pueda ser aún mayor. La recesión será generalizada, con un mayor descenso del PIB en las economías avanzadas, especialmente en la Zona Euro.
En el caso concreto de la economía española, el FMI señala que en 2020 podría registrar una contracción de la producción del 8,0%. La Comisión Europea estima una caída superior al 9%, en línea con la proyección presentada recientemente por el Gobierno e incluida en el Programa de Estabilidad (-9,2%). En este sentido, el avance de la Contabilidad Nacional Trimestral de España para el primer trimestre del año señala que el PIB ha disminuido un 5,2% en el primer trimestre, y un 4,1% en términos interanuales.
En Castilla y León, si bien aún no hay cifras disponibles de la Contabilidad Regional para el primer trimestre del año, es previsible que la irrupción del Covid-19 interrumpa también bruscamente el perfil de crecimiento que venía mostrando la economía regional. Hay que señalar que ya a lo largo de 2019 se produjo una moderación en el ritmo de aumento del PIB, principalmente por la menor aportación de la demanda interna y, en particular, de la inversión.
En materia de empleo, en el mes de abril el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social en Castilla y León ha disminuido en más de 30.000 personas respecto al mes de febrero, hasta situarse por debajo de los 900.000 trabajadores. Al mismo tiempo, el número de trabajadores incluidos en Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTES) por fuerza mayor, y que continúan afiliados a la Seguridad Social, asciende a 132.207 (casi 3,1 millones en España).
En el actual contexto, las perspectivas económicas están sometidas a una incertidumbre muy elevada y la realización de proyecciones resulta compleja, por lo que deben ser tomadas con cautela. Partiendo de determinadas hipótesis con respecto a la duración del periodo de confinamiento y el proceso de “desescalada”, nuestras estimaciones apuntan a que, en el conjunto de 2020, el PIB de Castilla y León podría descender entre un 7,6% y un 10,8%, aunque no puede descartarse un mayor descenso.
Descendiendo en el análisis, la información disponible para 2020 para los principales indicadores económicos comienzan a reflejar los efectos de esta grave crisis. En este contexto, nuestras primeras estimaciones para las provincias castellano-leonesas apuntan a un fuerte descenso de la producción en 2020. En el escenario más favorable, las caídas de la actividad podrían oscilar entre el 6,4%, en la provincia de Salamanca, y el 8,8%, en la de Burgos, en tanto que, en el escenario más desfavorable, los descensos superarían el 10% en todas las provincias, exceptuando Salamanca y Zamora. En este sentido, la evolución de la actividad estará ligada, en gran medida, a la estructura económica de cada provincia, de modo que provincias con un mayor peso del sector agrario, como las últimas señaladas, podrían registrar un menor impacto, dado que este sector estaría menos afectado que otros.